La familia se mudó a Pamplona

27-01-1979. Jesús Ulayar Liliaga. Etxarri-Aranatz. Navarra.

La plaza Maiza es pequeña, con unos pocos bancos, una docena de plátanos y suelo de tierra. Pregunto en una tienda de comestibles por la funeraria. Hace años que no está, me dice la dependienta. ¿Me podría indicar el lugar donde se encontraba, por favor? Está aquí al lado, a unos pasos según se sale de la tienda. ¿Hace mucho que se cerró el negocio? Bastante. La familia se mudó a Pamplona. La dependienta hace una pausa. Cosas políticas, añade. No tendrá problemas en reconocer el edificio, es el que tiene esas manos pintadas en la pared. Le agradezco la información y salgo a la plaza. Camino apenas diez metros y me doy de bruces con el lugar. Una pintada llama a continuar la lucha y otra exige la marcha de los conquistadores españoles, en medio, decenas de manos silueteadas sobre fondo azul. Hace treinta y un años del asesinato de  Jesús Ulayar. La pintada no es vieja. Un odio grande para un pueblo pequeño.