Paso subterráneo
25 febrero, 2010
Cuando el tren aún no era metro, en Algorta había un paso subterráneo para sortear las vías y cruzar desde la calle Telletxe hasta la zona de Villamonte. En ese paso subterráneo acostumbraba a pedir limosna un viejo mendigo de barbas blancas. Siempre estaba allí, o al menos, siempre que yo cruzaba por allí, y es muy probable que a José San Martín le sucediera lo mismo, ya que debía cruzar ese paso todos los días un par de veces camino de su trabajo en Bilbao. Lo que no podremos saber, jamás, es si José San Martín lo recuerda.
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