Tex-Mex camino de Irun

04-03-1996. Ramon Doral Trabadelo. Irun, Guipúzcoa

Me pongo en ruta para un día largo. Son las seis de la mañana y somos pocos los que vamos ocupando las carreteras. Busco una cinta de Calexico y la pongo en el loro. Tex-Mex fronterizo para las brumas matinales de Euskadi. ¿Que no es lo apropiado? No si no te ves a ti mismo como un jinete que cabalga en solitario entre Junction y Sonora. Suena a risa, lo sé, pero así voy yo en mi carro, y le palmeo el lomo y le digo ¡ándale bonito, a por aquellos cerros! , y chasqueo la lengua para meter la tercera. ¡Qué buenas la imaginación y la capacidad de elección! Si hubiera puesto la cinta de Merle Haggard el escenario habría sido menos luminoso. Claro que todo acaba en cuanto bajo de la montura y pongo mis pies en el asfalto de Irun, junto a la plaza Colón, y me dirijo hacia la calle Cipriano Larrañaga para buscar el lugar exacto del asesinato de Ramón Doral.

La mujer de la tienda de ventanas de pvc no recuerda con exactitud dónde explotó la bomba, pero me dice que, en todo caso, fue calle abajo, hacia las vías del Topo. El camarero del bar, en cambio, lo recuerda con precisión. Salimos a la acera. Lleva un trapo al hombro y el mandil en su sitio. ¿Ves donde limpia aquella máquina? Bien, ahí mismo explotó. Después se deslizó hasta allí, dice, marcando una trayectoria que pasa junto a nosotros. Fue una explosión enorme, pero no lo mató, parece que aguantó al volante y condujo unos metros. Me dice también el día del atentado, cuatro de marzo, y yo le añado el año y el nombre completo del asesinado. No, dice a esto último, se apellidaba Dobal, con b. Le digo que Doral, con r, pero él insiste y yo así lo dejo. Le doy las gracias y subo calle arriba, apenas unas decenas de metros, para buscar un ángulo. De fondo las vías del ferrocarril a Hendaya, a los lados viviendas y personas, en medio el lugar donde ETA asesinó a Ramón Doral Trabadelo.