Sin palabras adecuadas
5 marzo, 2010
En Elorrio, al menos una persona sí recordaba a Francisco Moya. En Deusto, en cambio, no logro encontrar a alguien que me dé noticias sobre el lugar donde ETA asesinó a Raimundo Moya. Estoy en la calle Blas de Otero, pero no tengo las palabras adecuadas. Frente al número treinta y dos, donde vivía José Luís Raimundo Moya, y tentado de llamar al portero automático. Oiga, ¿sabe usted dónde asesinaron a un policía en esta calle hace veintinueve años? Prefiero no hacerlo. El tono del automático no es el más indicado para estos temas. Me limito a caminar por la acera, de un extremo a otro de la calle, y continuar preguntando a gente que no recuerda o hace que olvida.
Los comentarios están cerrados.